Sintonizando el aprendizaje infantil.



La música es una de las herramientas y disciplinas más importantes con las que contamos en Educación Infantil, y por ello, debemos incluirla en nuestras aulas. Nos aporta múltiples beneficios en el proceso de enseñanza y aprendizaje, bajo nuestro criterio, los aspectos más importantes son los siguientes: 

En la etapa de Educación Infantil, la música puede tener un impacto significativo en el desarrollo social y emocional del niño. Gracias a la música, el niño podrá desarrollar diferentes aptitudes; adquirirán seguridad y expresión emocional, también podrán desarrollar su lenguaje gracias a las letras de las canciones, desarrollarán su autoestima adquiriendo confianza al cantar o tocar instrumentos y también aprenderán  a regularse emocionalmente gracias a las canciones.

Es una de las formas más atrayentes con las que podemos enseñar aprendizajes innumerables de manera divertida, motivadora y atrayente para el alumnado. La música llega a zonas del cerebro que ninguna otra disciplina llega. Cabe destacar que la música ayuda a desarrollar normas de clase y normas sociales, y la autonomía de manera progresiva.


Además, nos permite desarrollar y mejorar la conciencia fonológica, gracias a la audición de diferentes canciones con diferentes ritmos y letras. La música nos aporta desarrollo en el lenguaje, ya que la exposición a ésta ayuda a los menores a la comprensión del vocabulario y a la pronunciación. Asimismo va a promover habilidades comunicativas en diferentes lenguajes y formas de expresión.


Otro de los aspectos que se trabajan, haciendo uso de la música como medio, es el desarrollo motriz, ya que nos permite la realización de coreografías, tanto libres como guiadas, percusión corporal, o tocar algún instrumento, que también es un motor para el desarrollo de la motricidad. Asimismo, permite desarrollar aspectos como el gesto y el ritmo.


El trabajo con la música supone abandonar una metodología más tradicional de la educación, introduciendo aspectos innovadores como las dramatizaciones, a través de cuentos populares, con lo que podemos desarrollar el compañerismo, la toma de decisiones, el reparto de roles, la puesta en escena, y en consecuencia, los sentimientos y la expresión de éstos; también nos permite realizar expresiones plásticas y el uso de medios de comunicación audiovisuales, que actualmente, están adquiriendo una gran relevancia por las nuevas competencias digitales. 

Asimismo, no debemos olvidarnos de los recursos musicales más utilizados. Por ejemplo, los recursos de repetición como el pulso, el acento y el eco; aquellos que se llevan a cabo con parámetros como el timbre; recursos para trabajar la respiración y técnica vocal. Por otra parte, debemos tener en cuenta la importancia de la canción, la danza y los instrumentos musicales, ya que los niños y las niñas aprenden de forma más dinámica y lúdica. Como docentes, también debemos tener en cuenta otros recursos como la improvisación, la audición y la educación musical a través del movimiento.

Por otro lado, la expresión emocional va a proporcionar a los infantes una forma de expresión y exploración de éstas, pudiéndose trabajar de una forma muy saludable y bastante creativa. Y con esto, también se fomenta la creatividad, ya que de esta forma, se estimula la imaginación, lo que les permite experimentar y explorar diferentes ritmos y sonidos de una forma divertida para ellos 

No cabe duda que la pasión y sobre todo la perseverancia son factores claves para lograr una buena interpretación, mientras que se favorece la habilidad musical en el desarrollo del menor. Asimismo, la disciplina y la insistencia tanto familiar como del niño o la niña es fundamental para la escucha temprana de música, para estimular la capacidad auditiva hacia un instrumento o canto. También, la búsqueda de clases de educación musical, donde sea de gran interés por parte del alumnado y en el caso, de que haya un familiar que practique alguna disciplina musical, puede haber más posibilidades de que el menor esté familiarizado con la música. 

En resumen, en los primeros años no es el menor el que necesariamente sabe lo que le gusta ni los talentos que puede desarrollar, ya que la música en educación infantil no sólo sirve para divertirse, sino como un beneficio holístico del menor. Con el fin, cuando se implementa la música como disciplina educativa, se debe realizar con fundamento, sabiendo que lo que les están enseñando va a conseguir un resultado óptimo y adecuado. 

Autora: Lourdes Bastón Serrano

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